Entrevista en As del vencedor del Tour de 2006 después de la aparatosa caída de la edición de este año. Óscar Pereiro comenta sus intenciones de cara a la próxima temporada y alaba a su líder de equipo al que está dispuesto a ayudarle como hasta ahora. Sin duda, Óscar no nos va a defraudar como nos tiene acostumbrados.¿Qué tal por Australia?
Nunca había estado aquí. Es una bonita experiencia. Con el frío que estaba pasando en Galicia me he encontrado temperaturas entre 35 y 40 grados. A mi me encanta el calor, así que, ideal para entrenar.
Hay quien dice que los cambios de clima y de continentes se acusan luego en la preparación.
No pienso en eso. Tras seis meses parado empiezo de cero, pero con más ganas que nunca. Yo creo que me van a venir muy bien estos veinte días de calor para coger el ritmo.
¿Superó todas las secuelas de su accidente?
La rodilla y la mano ya están perfectamente, pero el brazo izquierdo me sigue dando la lata. En todo caso, tal como fue la caída, me siento afortunado. Y que te moleste el brazo no es lo peor para un ciclista.
Usted, siempre positivo.
Lo que pasó ya no se puede corregir. Hay que mirar hacia delante.
¿Y qué ve?
Me veo disparando a puerta y marcando algún gol. Es una nueva temporada, un nuevo reto. Quiero olvidarme de 2008. Espero tener una campaña sin sobresaltos.
¿Metas?
No me pongo ninguna meta. Quiero disfrutar de la bici. Se que si lo consigo volveré a estar delante, con los mejores, como estaba en el Tour en el momento en que me caí.
¿El Tour?
Tiene un recorrido demasiado duro para mí, pero también muchas etapas en las que se puede atacar de lejos. Buenas para el que sepa leerlas y filtrarse. Aunque mi principal misión será ayudar a Valverde, que para mí es el corredor de más clase del ciclismo mundial, aún con todo lo que ha ganado Contador.
¿En la Vuelta será usted el líder del equipo?
Puede que vaya también Alejandro. Ojalá. Este año es diferente, tiene la dureza muy concentrada. Aunque en la Vuelta lo importante es llegar bien.
¿Qué sensaciones tiene ante su retorno?
De coco estoy muy fresco, con muchas ganas de entrenarme y competir. De forma... Es una incógnita. Cuando volví a montar en mi bici después de cuatro meses creí que no era la mía, pero tenía todas las medidas exactas. Lo pasaré mal al principio, pero sé que tengo que tener paciencia, ir cogiendo el ritmo poco a poco. Espero ser competitivo para finales de abril, para la Vuelta a Romandía.
